Un análisis coyuntural del saldo neto de Exportaciones
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| Volumen Total de Exportaciones e Importaciones los últimos 10 años, gráfico elaboración propia |
Hoy vamos a realizar un análisis de
dos indicadores que se están comportando de forma muy curiosa en España
durante esta crisis: el saldo neto de exportaciones e importaciones y la evolución del IPC e inflación subyacente.
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| Variación (%) Exportaciones e Importaciones |
Por un lado, tenemos los datos de
variación anual de saldo de exportaciones e importaciones, en volumen (a
precios corrientes) que nos ofrece el Ministerio de Economía y
Competitividad cada viernes en su Boletín de Coyuntura Semanal (este de
aquí es del 24 de agosto). Está claro que hay una evolución tendente a
incrementar las exportaciones mientras que las importaciones siguen en
números negativos y con tendencia también pésima. Recordemos que el saldo neto de exportaciones (Exportaciones - Importaciones) es un agregado del Producto Interior Bruto, un agregado del gasto nacional. Por tanto, podemos decir que si las exportaciones son mayores que las importaciones el PIB nacional se verá beneficiado
(cosa que es verdad); pero no podemos parar nuestro análisis ahí.
Porque de hecho, en los componentes agregados del PIB que el propio
Mineco nos ofrece también cada semana vemos como la Demanda Externa es la que tira con fuerza de nuestra producción mientras que la interna se hunde en el caos más profundo.
Antes de analizar la situación actual de las exportaciones netas, hemos de pararnos para hacer un comentario a su evolución en los últimos años.
En el primer gráfico vemos una evolución muy clarificadora de lo que ha
ocurrido en este país con las exportaciones e importaciones en los
últimos años. Me interesan más las evoluciones deflactadas (es decir, a precios constantes) que las corrientes. Si nos fijamos, las importaciones subieron durante la burbuja, pero aún más a precios constantes debido a una fuerte necesidad de recursos con los que aquí no contábamos para mantener el tejido productivo de una España constructora. Además, esos recursos fueron traídos a través del incremento del apalancamiento
de los agentes privados, lo que las hizo caer drásticamente una vez
estalló la crisis. De hecho, las importaciones a precios constantes sirven de indicador procíclico adelantado de los que tanto le gustan a mi profesor Justo Sotelo. Los efectos de una caída lenta de la inflación minimizaron la caída de las importaciones a precios constantes, pero el nivel con el que vivíamos en burbuja es irrecuperable.
Tal y como se ve en los dos gráficos siguientes (deflactor de las
importaciones e importaciones a corrientes y constantes) se entiende
perfectamente el análisis. Ahora mismo, si unimos la fuerte caída fruto de un nivel de importaciones sólo posible en burbuja -a menos que creásemos valor añadido- junto con el empobrecimiento de la Demanda Nacional (aunque el gráfico nos enseñe un repunte de la misma, la tendencia sigue siendo negativa, y más debido al efecto Laffer que provocará la subida del IRPF y del IVA) tenemos que las importaciones seguirán en negativo, o prácticamente estancadas, siendo objeto de análisis las exportaciones.
| Total Importaciones a precios constantes y corrientes (Gráfico 1) Evolución (%) del deflactor de las importaciones (Gráfico 2) |
El análisis que debemos hacer es: ¿qué hace incrementar nuestras exportaciones?
¿Nos hemos vuelto más competitivos? ¿Nuestros productos han mejorados?
¿Hemos aumentado la productividad? ¿Creamos mayor valor añadido? No, no, no, no y no.
Las exportaciones no aumentan por ninguna de estas razones. Si alguna
de estas causas se estuviera dando en la actualidad -si fuéramos más
productivos o si creásemos más valor añadido- estaría entrando capital
extranjero en España, se estaría mejorando nuestro tejido productivo,
empezaría a crecer la demanda de empleo y comenzaría a subir el Producto
Interior Bruto. Más bien está creciendo, o ha crecido, el PIB de los
países que nos compran productos, los cuales ahora ven en España una oportunidad para adquirir aquí bienes y servicios y llevarlos fuera. ¿Por qué? Porque en España hemos llevado a cabo lo que yo llamo la “devaluación social”.
Las exportaciones han seguido un comportamiento similar al de las importaciones, pero resultaba muy curioso que no las superasen durante la burbuja. Está claro que si vivíamos “el milagro económico español”
nuestros productos tendrían que ser competitivos y por tanto tendríamos
que exportar más de lo que importamos, o al menos aumentar más rápido
nuestras exportaciones que nuestras importaciones. Está claro que aquí
no se estaba haciendo nada competitivo y que los retornos -TIR de la inversión- no eran suculentos para los agentes extranjeros. Éstos veían
que los costes (tanto económicos como de oportunidad de nuestros
activos) no iban a ser superados por la satisfacción que les iba a
reportar. Entonces, ¿ahora porqué sube? Ahora sube porque están bajando esos costes, no porque aumente el retorno que recibe el comprador. Bajan los costes porque cae el mercado laboral,
y al haber una fuerte demanda contra escasa oferta los salarios
-nominales y reales- caen lo que permite obtener mayores rendimientos.
Caen los precios de factores de producción.
| Total exportaciones a precios constantes y corrientes (Gráfico 1) Evolución (%) del deflactor de las exportaciones (Gráfico 2) |
Eso ha estado ocurriendo hasta
prácticamente el primer trimestre de 2012 y nuestro PIB se ha mantenido
sin caer estrepitosamente gracias a este saldo de exportaciones. Ahora,
el Gobierno “que nos sacará de la crisis” ha subido los impuestos de todos los sectores y para todas las personas, lo que aumentará los costes de la venta interna (debido al IVA) y forzará a una mayor exportación de productos de empresas. El Estado español no puede devaluar la moneda, pero está logrando un efecto similar en la balanza exterior.
El posible repunte de la inflación
El segundo indicador que os quería comentar es el que vemos en el gráfico adjunto.
¿Está
repuntando la inflación? Puede ser y sería comprensible debido al
encarecimiento eléctrico, a la no bajada de los precios de vivienda y
alquileres, al encarecimiento energético y a las subidas tributarias que
se van traduciendo ya a precios de una u otra manera. ¿Está constatando
esto la teoríá de la monetización de la deuda? No, son unos niveles de
inflación muy bajos y controlados como para alarmarse, ni siquiera para
hablar de estanflación pese a la caída del PIB. ¿Entonces, se equivocan
los austríacos con su teoría de expansión crediticia? Eso es lo que
defiende Krugman y lo que ha estado publicando en el New York Times esta
semana, en la que ha sacado su poderío económico hablando del Modelo
IS-LM (en un gracioso artículo que tituló: IS-LMentary) de la inflación e
invitando a Bernanke a aumentar su política proactiva monetaria. Sin
embargo, la crítica de estos artículos la dejamos para siguientes post.
¡Buena Suerte!


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