Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) conocidos hoy
desvelan que el mercado laboral no mejora prácticamente nada. Estas son
las principales claves para entender lo que está ocurriendo con el
empleo:

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La importancia de la EPA. Para comprender los datos
del mercado laboral hay que empezar explicando el valor de la encuesta
que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las cifras que
ofrece son la radiografía más fiel y más amplia del panorama laboral de
los hogares españoles. Aunque mediáticamente se destaque habitualmente
la tasa de paro, el mayor valor de la EPA es la medición de la creación o
destrucción de empleo. Así primero mide el número de activos (personas
mayores de 16 años que tienen empleo o lo están buscando). De ese total,
desagrega los que tienen trabajo y los que están en paro, que sumados
resultan la población activa.
-Cuánto empleo se ha destruido. Entre enero y marzo
un total de 322.300 personas ha dejado de tener empleo. De este total,
237.400 han pasado a estar en paro y otros 85.000 han dejado de estar en
activo; esto es, o bien han dejado de buscar empleo, por distintos
motivos (generalmente el desánimo por la situación del mercado), han
salido del país o se han jubilado.
-Ritmo de destrucción de la ocupación. Este
indicador suele medir el porcentaje de caída del número de ocupados en
términos interanuales. O lo que es lo mismo: el empleo destruido en un
trimestre en comparación con el trimestre del año anterior. En la
actualidad los puestos de trabajo se recortan a un ritmo anual del 4,5%.
Esto supone una leve mejoría de dos décimas respecto al último
trimestre del año. Sin embargo, la intensidad con la que se destruye
empleo en la actualidad es aún mayor que hace doce meses, lo que es
preocupante sobre todo porque en marzo de este año ha sido la Semana
Santa, lo que debería haber mejorado los resultados comparativos con el
primer trimestre de 2012 y no ha sido así.
-Número de desempleados y tasa de paro. Esta vez sí.
Después de dos trimestres en los que muchos expertos calculaban que
España superaría los dos millones de parados, ha sido en el primer
trimestre de este año cuando ha superado esa barrera psicológica sumando
un total de 6.202.200 personas sin empleo. Esto ha elevado la tasa de
paro al 27,3%, superando incluso las recientes estimaciones del FMI para
el mercado laboral español este año.
Sin embargo, hay que recordar que la tasa de paro refleja la cantidad
de personas, de entre todas las mayores de 16 años en disposición de
trabajar que tienen un empleo o lo están buscando (colectivo denominado
población activa), y no lo encuentran. Así, cuantos menos activos haya
más peso tienen sobre el total aquellos que no encuentran un puesto de
trabajo, y por tanto más tasa de paro hay, aunque el número de parados
sea el mismo.
-Parados de larga duración. Se trata del colectivo
de personas que ha perdido su empleo hace más de un año. En la
actualidad suman 2,9 millones, con lo que este grupo ha crecido algo más
de medio millón en los últimos doce meses, representando un fuerte
incremento interanual del 21,6%. Esto es uno de los principales síntomas
del grave enquistamiento del problema del desempleo en la economía
española.
-Empleo Público. La EPA diferencia entre el tipo de
empleador: público (en el que entra el sector público empresarial, no
solo las Administraciones) y privado. Esta diferenciación que en otras
épocas no ha tenido importancia, ahora la cobra ante la fuerte recorte,
nunca visto, del número de empleados públicos. Entre enero y marzo
perdieron su empleo 71.400 trabajadores del sector público (el 22% del
total). Pero lo más llamativo es el ritmo de destrucción de la ocupación
de este colectivo: un 8,3% en el último año, el doble que el sector
privado, que recortó empleo con una intensidad del 3,7%.
- Autónomos y jóvenes. Uno de los dos sectores del
mercado laboral que presenta datos positivos es el de los trabajadores
autónomos, que ha crecido en 22.100 personas entre enero y marzo de este
año y hay 80.600 más que hace doce meses. Esto último representa un
importante ritmo de crecimiento anual del 4,1%. Sin embargo, este dato
es aún poco significativo porque aún no se sabe cuánto tiempo se
mantendrán en activo, si se tiene en cuenta que muchos de estos
trabajadores por cuenta propia lo son porque no han encontrado empleo
asalariado y han invertido, por ejemplo, sus indemnizaciones por despido
en el arranque de un pequeño negocio. La ministra de Empleo, Fátima
Báñez, ha atribuido a las ayudas Estrategia de Emprendimiento y Empleo
Joven, aprobada a finales de marzo la generación de más de 20.000 de
estos autónomos sólo en marzo.
Sin embargo, el empleo asalariado de los jóvenes –para el que estaban
destinadas la mayoría de las ayudas de la citada Estrategia del
Gobierno- no está registrando tan buenos resultados. Así, entre enero y
marzo, en términos generales se perdieron 108.000 puestos de trabajo de
menores de 30 años, lo que significa que uno de cada tres empleos
destruidos estaba ocupado por un joven.
- Calidad del empleo. El otro sector del mercado de
trabajo que registra cifras positivas es el de los empleados a tiempo
parcial. Así mientras que en el primer trimestre desaparecieron 385.300
empleos de jornada completa, se crearon 63.000 puestos de media jornada.
Se trata de una tendencia iniciada hace más de un año, por lo que en
los últimos doce meses se han generado 155.700 empleos a tiempo parcial
frente a una destrucción de casi un millón de empleos a jornada
completa. Estos datos reflejan un claro empeoramiento de la calidad de
la ocupación.
- Sectores. La destrucción de empleo afecta a todos
los sectores. La Semana Santa no ha impedido que en el primer trimestre
más de la mitad del empleo destruido haya sido en el sector servicios.
El dato positivo es cierta desaceleración del empleo en el sector de la
construcción, que fue el que menos puestos de trabajo perdió en el
primer trimestre y que en términos interanuales frenó su ritmo de caída
al 11,5%.
- Extranjeros. La tasa de paro de este colectivo se
eleva al 39,2%, lo que supone un fuerte avance de 2,6 puntos en un solo
trimestre. En general la población extranjera disminuyó en 54.300
personas entre enero y marzo y casi hay 200.000 menos que hace un año.
Esto unido al número de extranjeros que ha dejado de buscar trabajo
(23.100 en el primer trimestre y 178.800 en los últimos doce meses)
explica el fuerte aumento de su tasa de desempleo.