Las previsiones del Gobierno apuntan a que la
deuda pública española tocará techo en 2016, cuando alcanzará valores en
torno al 100% del PIB. A partir de entonces, empezará a bajar, pero la
reducción es tan lenta que llevará décadas. Un estudio del FMI cifra en
15 años el tiempo necesario para que un país rebaje su deuda en 10
puntos del PIB. De ser así, España reduciría su deuda a la mitad (50%
del PIB) en torno al año 2091.
España ha sido el país de la eurozona que más rápido ha elevado su deuda desde el inicio de la crisis. Desde 2007, ha aumentado en casi 50 puntos del PIB,
pasando del 36 a casi el 90% del PIB, a falta de confirmarse los datos
del primer trimestre de este año. Pero, ¿cuántos años tardará en pagar
esta factura?
Un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que, cuando pasa del 100% del PIB, un país necesita en torno a 15 años para reducirla en 10 puntos
del PIB. Esto supone que España necesitaría unos 60 años para rebajar
la deuda al 60% del PIB, el nivel exigido por la Ley de Estabilidad
Presupuestaria para 2020 y otros 15 años más para estabilizarla en torno
al 50% del PIB.
Es decir, la factura caerá sobre los hijos
y sobre los nietos de las generaciones actuales, puesto que hasta 2091,
la deuda no se quedaría en la mitad del máximo que alcanzará durante la
crisis.
EL DÉFICIT DE TARIFA NO SE ABSORBERÁ HASTA DENTRO DE 30 AÑOS
El propio Fernando Martí, ex secretario de Estado de Energía, estimó en 30 años lo que tardará España en acabar con los casi 25.000 millones de euros de déficit eléctrico acumulado.

Según el informe del FMI, “el éxito de los programas de consolidación dependió de la elección adecuada de las políticas económicas”. Por ejemplo, Reino Unido
tras la Primera Guerra Mundial consiguió llevar su deuda a un nivel
sostenible gracias a una política monetaria restrictiva que mantuvo la
libra en niveles altos, mientras que Estados Unidos optó justamente por
lo contrario (bajos tipos de interés y elevada inflación) tras la
Segunda Guerra Mundial.
Los últimos ajustes exitosos tuvieron lugar en la década de los 90 en Canadá y Bélgica.
El FMI cree que la reducción de la deuda se debió a la recuperación de
la demanda, basada en la devaluación de la moneda y a importantes
reformas de los mercados de trabajo y bienes.
Por ello, algunos expertos indican que a España, que está basando sus
ajustes en unas cuantas partidas presupuestarias, podría costarle más
rebajar la deuda. El problema, según el FMI, no es el tiempo que tarde
en reducir sus créditos, sino el hecho de que los intereses cada vez
consuman más parte de los presupuestos, que no se pueden dedicar a otras
partidas, lo que frenará la recuperación.
El programa de estabilidad señala que los intereses consumirán más de
3 puntos del PIB cada año hasta, como mínimo el final de esta década.
No hay que olvidar que cuando la deuda es más baja es más sencillo. La propia España lo logró hace relativamente poco tiempo. Entre 2000 y 2006, la deuda española bajó en 20 puntos del PIB, del 59 al 39%, para iniciar la senda ascendente un año después sin conseguir frenarse hasta 2016.
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