Los datos de la ejecución presupuetaria hasta el mes de
julio han disparado las alarmas en el Gobierno y en los organismos
internacionales, especialmente por la negativa evolución de los
ingresos, consecuencia de la contracción de las cotizaciones sociales y
del IRPF, que va a obligar a Hacienda a aumentar la presión fiscal para
poder cumplir con el objetivo revisado de déficit del 6,5 por ciento del
PIB en 2013 comprometido con Bruselas.
Ante
esta tesitura el Gobierno tiene preparado ya un paquete de subidas
tributarias para 2014 que ayudarían a cumplir el déficit del 5,8 por
ciento comprometido para el año próximo, sin descartar que alguna de
ellas pudiera adelantarse al último trimestre de este año. Entre las que
destaca la subida del IVA sanitario que permitiría recaudar 1.000
millones de euros adicionales, a los que se añadirían otros 100 millones
más por la imposición de un IVA del 21 por ciento a los documentos que
tramitan los notarios, que hasta ahora están exentos.
Otras medidas en marcha son la creación de más impuestos
verdes para las empresas por la entrada en vigor de la nueva Ley de
medidas Medioamientales y Tributarias, y las anunciadas tasas sobre los
gases fluorados de efecto invernadero y del 0,02 por ciento a la banca
en función de sus depósitos.
Dudas desde el BCE
Ayer mismo, el
Banco Central Europeo (BCE) expresaba sus dudas respecto a la capacidad
de España de cumplir la nueva meta de déficit impuesta por Bruselas si no logra mejorar los ingresos fiscales en la segunda mitad del año.
En su boletín económico de septiembre, el BCE destaca los
datos "en general mejores que los de hace un año" de la ejecución
presupuestaria de la Administración Central, la Seguridad Social y las
comunidades autónomas, pero advierte de que "en los últimos meses del
año irán desapareciendo o quedaran anulados los efectos de una serie de
medidas de consolidación fiscal".
Por ello el BCE estima "difícil evaluar la probabilidad de
que este año se cumpla el objetivo de déficit público y dependerá de una
recuperación más acusada de las bases impositivas en el segundo
semestre del año".
Cifras engañosas
Y, es que,
aunque desde el Gobierno se insiste en que la mejora de la actividad
económica en el segundo semestre aliviará la caída en los ingresos, los
analistas califican de "engañosa" la comparación del déficit del 4% en
los siete primeros meses de 2012 con el 4,1% de este año, recordando,
como hace el servicio de estudios de La Caixa, que la mayor parte de las
medidas de ajuste fiscal del último ejercicio, como la supresión de la
paga extra de los funcionarios, la recaudación por la amnistía fiscal y
el aumento del IVA, "se concentraron en los últimos meses".
Y, teniendo en cuenta que este año no está previsto un
esfuerzo similar, el hecho de que el déficit sea similar al de 2012, "no
es garantía de que esa diferencia se mantenga, o se pueda ampliar".
En concreto, los analistas consultados estiman que la
desviación a la baja de las principales partidas de ingresos del Estado
para el ejercicio en curso podría situarse en torno al 1 por ciento del
PIB, unos 10.000 millones de euros.
También ayer, el secretario de Estado de Economía, Fernando
Jiménez Latorre, quiso salir al paso sobre las alarmas con respecto al
déficit, asegurando que "no hay nada que permita pensar que el Gobierno
no cumplirá el objetivo pactado con Bruselas". Latorre se ha referido a
la mejora del cuadro macroeconómico que hará el Gobierno en las próximas
semanas y ha asegurado que se realizará el mismo día que se apruebe el
anteproyecto de ley de Presupuestos para 2014, que está previsto para el
viernes 27 de septiembre, con objeto de llevarlo al Congreso el lunes
30.
José María Triper13/09/2013
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